in

Técnico convierte una vieja turbina de avión en genial casa rodante

En el condado de Lancashire, Inglaterra, un extécnico de la Royal Air Force, convirtió la estructura externa de una turbina de una avión en una moderna casa rodante.

Steve jones, de 45 años fue más allá de lo imaginable y con ayuda de su esposa, hijo y sus amigos Ollie Pallet y Mark Wollage, lo hizo realidad, con una carcasa cilíndrica que sujeta al ala de un aeronave comercial, y un motor hizo una camper.

En septiembre de 2019, cuando tuvo la oportunidad de comprar una de las carcasas por un precio que prefirió no revelar.

Fue hasta enero del 2020, tres meses después y mil horas de trabajo y £4000 aproximadamente US$5222 su sueño tomó forma.

Este técnico que formó parte de la RAF realizaba el mantenimiento y reparación de Vickers VC10, un avión británico de pasajeros que voló por última vez en 2013, declaró a Clarín.

“Hace siete años tuve la oportunidad de volver a trabajar en los VC10 y una vez más me encantó. En el aeródromo había un montón de viejas piezas de VC10 que habían sido removidas cuando los aviones más antiguos habían sido desguazados. Vi las estructuras de las turbinas y dije que un día transformaría una en una caravana. ¡Mis colegas de trabajo pensaron que estaba loco, pero les encantó la idea!”,

También les platicó como fue que nació su interés por las caravanas y motorhomes.

“Siempre he hecho trabajos en coches, motos, camionetas, etc., y he tenido mucho interés en transformarlos en caravanas. Hice mi primera conversión hace 10 años y me gustó mucho el proceso. Me da mucha satisfacción cambiar y convertir algo normal en algo útil”.

El proceso fue difícil pues la carcasa no fue diseñada para ser convertida en un espacio habitable, sin embargo vio el potencial y con mucha manufactura lo logró.

Tuvo que separar las turbinas, y encajarla en el chasis de la caravana que tuvo que ser adaptado, después fabricó la carrocería con modificaciones en las puertas, saco todas las viejas tuberías, cables y cajas eléctricas ya que ocupaban mucho espacio y no eran necesarias. Luego, hizo un trabajo interno con el revestimiento de madera contrachapada, alfombras y fabricación de muebles.

Por dentro la casa rodante mide 3,5m de largo x 1,8m de ancho. En su interior tiene una minicocina con bacha, hornallas eléctricas y además estantes.

Además cuenta con un living comedor, que tiene asientos que se convierten en camas: en total, cuatro personas pueden dormir allí. En la abertura de la turbina instaló una ventana de vidrio.