Chevrolet Cruze no llega para ser uno más del montón de los compactos de General Motors
Tras varios años por fin llega al mercado la segunda generación del Chevrolet Cruze con una apariencia similar a su primera generación. Lo que sí es un hecho son los cambios en la mecánica, pues ahora contará con un motor turbo que sustituye de manera gradual al motor 1.8 que no brindaba la potencia que el modelo merecía, ahora el 1.4 sobrealimentado funcionará con inyección directa brindando números bastante favorables.
La cabina es la parte que menos evolución tuvo, aunque cuenta con bastantes mejoras y detalles de armado, aún hay bordes, uniones y superficies que no se encuentran al nivel de otros autos similares a este. El recubrimiento del techo por ejemplo, el empalme no se ve tan bien conseguido con los postes, el revestimiento de arriba de la guantera llama la atención con la decoración bitono, el portaobjetos detrás de la palanca de cambios tiene menor profundidad que su generación anterior, lo cual a muchos les causaría más de una molestia, contrario a esto, los portavasos son de tamaño ‘jumbo’ por lo que nadie ha podido encontrar un objeto que se adapte a este recipiente.
Esta unidad cuenta con un motor delantero transversal con cuatro cilindros en línea y una cilindrada de 1.4 litros su transmisión es automática con 6 velocidades generando una potencia máxima de 150.4 caballos de fuerza y 4,800 rpm.
Sin duda deja mucho que desear este nuevo modelo.
